ACTIVIDAD

DIS-FRUTA DE LA VIDA

A lo largo de este segundo trimestre, se ha puesto a disposición del profesorado y personal laboral del centro una cesta de fruta en la sala del profesorado. Con el fin de fomentar el consumo de un tentempié saludable. La fruta se repone cada pocos días en función de la demanda. 

Esperamos que disfrutéis de esta actividad. 

FRUTAS FRESCAS

El Código Alimentario Español define como fruta a “cualquier fruto, infrutescencia, semilla o las partes carnosas de órganos florales, que hayan alcanzado un grado adecuado de madurez y sean propias para el consumo humano”

Composición

Agua:

El agua es el componente mayoritario en todos los casos. Su cantidad varía desde contenidos del orden de 75-95%, por ejemplo, 82% en las uvas, un 90% en las fresas y hasta un 93% en la sandía.

Proteínas

Se encuentran en baja proporción (0,2-1,3%), aunque algunas contienen mayor cantidad como el aguacate (4%) y la chirimoya (10%). 

La importancia de la fracción proteica se debe a las enzimas que contienen, que intervienen en los procesos de maduración; destacan la papaína en la papaya y la bromelina en la piña, ambas de gran efecto proteolítico.

Lípidos:

El contenido lípidico es bajo (< 1%), aunque existen excepciones como la chirimoya (1%), el aguacate (16-17%, mayoritariamente ácido oleíco) o el coco (35%, mayoritariamente ácidos grasos saturados)

La mayoría son fosfolípidos.

Entre los ácidos grasos predominan los ácidos palmítico, oleico y linoleico.

Algunas semillas son ricas en aceites: la semilla de uva de la que comercializa el “aceite de pepita de uva”.

Glúcidos:

a)      Glúcidos disponibles (8 a >16%)

Se hallan en gran cantidad monosacáridos como la sacarosa, glucosa y fructosa. La glucosa suele estar en mayor proporción que la fructosa en uvas, cerezas o albaricoques, y las concentraciones se invierten en las frutas en pomo: manzana o pera.

También pueden existir otros monosacáridos, como arabinosa o xilosa (trazas)

b)      Fibra alimentaria (1-4%): las que más contribuyen son el kiwi, la pera y la ciruela. En general, excepto en la naranja y la uva,  el contenido de fibra insoluble es mayor que el de la soluble. El contenido de fibra se ve reducido con el pelado de la fruta. Así en las manzanas, se reduce en un 11% y en las peras, alrededor del 34%.

c)       Polialcoholes como el sorbitol en pomos o drupas (ciruelas y peras presentan cantidades relativamente elevadas, que junto con derivados de la hidroxifenilxantina, estimulan la musculatura lisa del colon, ocasionando un efecto laxante).

d)      El almidón se encuentra en pequeña proporción, ya que va desapareciendo durante la maduración, excepto en el plátano maduro que se encuentra en cantidades que pueden superar el 3%.

Minerales

Destacan el potasio y el fósforo, que puede llegar a constituir el 50% del contenido mineral; existe poco sodio y, en general, bajas cantidades de microelementos.   

Vitaminas

Vitamina C: es la vitamina más característica de la fruta: 50 mg/100g en cítricos, frambuesas, fresas, kiwis; en la grosella negra supera los 200 mg y en la acerola (puede alcanzar hasta los 1.300 mg, según unos autores y 4.800 mg, según otros.

Grupo B: existe gran diversidad dependiendo de la fruta en particular. La vitamina B12 está prácticamente ausente.

Vitamina A: el aporte importante proviene de los carotenoides (α-caroteno, β-caroteno y β-criptoxantina), que pueden convertirse en retinol en el organismo. El más importante, y el que se encuentra en mayor proporción es el β-caroteno, que se encuentra en grandes cantidades en albaricoques, cerezas, melones y melocotones.

Otros compuestos

Entre los que destacan los Polifenoles con una elevada capacidad antioxidante, que   contribuyen a reducir el riesgo de padecer enfermedades degenerativas, cardiovasculares e incluso del cáncer.

 Recomendación Nutricional

Se recomienda de dos a tres raciones al día, entre las que se debe incluir, al menos, un cítrico.